Ya con el paso de unas cuantas horas se puede ver y decir que lo que se ha visto ayer en el polideportivo Pumarín no es mas que el fiel reflejo de lo que está siendo ésta temporada de debùt en la Adecco Leb Oro del cuadro ovetense.
El basket está de moda en la capital, y lo ha puesto de moda un conjunto en el que juegan 11 o 12 guerreros que, combate las dificultades del novato y del cuadro con menos presupuesto probablemente de la liga con una entrega que se hace notar de la pista a la grada y de la grada al público.
Y es que la caja de resonancia de 1500 almas que ayer fué Pumarín, pudo ver ayer a nuestro equipo hacer historia ante el equipo coruñes, que acudía al choque muy mermado por bajas y con una rotación escasa. A pesar de ello, ¡vaya si dieron la cara!
Los dos primeros cuartos fueron tremendamente igualados y a un ritmo muy alto, la mayor distancia fué +4 para los nuestros, se sucedían triples y canastas en uno y otro aro. Cardenation lograba poner con una canasta marca de la casa el 44-41 con el que íban a vestuarios.
El tercer cuarto comenzó con ambos equipos viendo el aro muy muy pequeño, un parcial de 0-5 roto par Cárdenas con un triple y luego con el festival venido desde Ávila. Apareció Álvaro Muñoz con 3 triples casi consecutivos que pusieron un 62-50 a falta de 22 segundos que parecía romper el partido.
Pero tal y como sucedió en Coruña 9 dias antes, no hubo la canasta psicológica que saltase por los aires la situación, y los gallegos, bravos luchadores y grandísimo equipo se metieron en el partido de tal manera que llegaron a un 66-65 a falta de 4.53.
Pero entonces es cuando equipo, speaker y grada se unen, y las defensas se hacen... no con 5 tios, con 1500. Sólo así me explico, por algún hecho de miedo escénico o esas cosas psicológicas que escuchábamos que sucedían en otros coliseos y deportes... Que se deje a un equipo durante los últimos 5 minutos de un partido de ésta trascendencia con sólo 2 puntos.
Grande el Balcánico Spasojevic, desde su debút ví que... Puede meterlas o fallarlas, pero no se achica. Cárdenas, el de las grandes ocasiones, Víctor Perez eterno, Prieto matador... Y al final hubo minutis también para dar merecido tributo a Adrián Macía.
En fín, victoria por 76-67, historia hecha, ahora toca Palencia al mejor de 5 partidos, es igual, que pase el siguiente.
De todo esto el principal vencedor es el baloncesto asturiano, esperamps que cuando vengan mal dadas, no se rompa la magia de el fortín de Pumarín.
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