Y bueno... Seguramente la entrada que nunca quisiera escribir... Una puñalada dolorosa en medio de nuestra entregada y machacada alma oviedista. Quiza viendo el partido entero en frio, el resultado es exagerado, el Oviedo tuvo balón, tuvo oportunidades, faltó movilidad arriba, se intentaron cosas y hasta el 0-2 se fué mejor que el rival...
El rival... El filial de nuestro eterno rival, el peor verdugo para darle matarile a una temporada horrible, plagada de engaños y desengaños, porque justo en los momentos que parecía que asomábamos la cabeza llegaba un trompazo (por no decir otra palabra) que nos dejaba en el sitio, tirados y escupidos. Santander, Zamora, Mieres, ayer 15000 espectadores en el Tartiere, Gijón ida y vuelta, Noja... Lo de Noja no tuvo nombre, era para haber tenido arrestos de cargarse a algunos de los jugadores... Os estamos pagando el sueldo, un poco de amor propio carajo!
Del partido de ayer no tengo ganas de decir mucho. Dominio durante 55 minutos, faltó movilidad y acierto. Eso sí, cada error defensivo fué un castigo muy duro, dos de ellos en las carnes del bueno de Javi Hdz, el primero provocaba gol de Joni (no hay peor cuña que la de la misma madera), el segundo para gol de Yacine. Tras ese gol, otra pifia seguida del Cani Rgz para el 0-3 Gijonés.
Tras ese gol, el unico acierto de Sergio Gcía, voluntarioso sí, pero no llega, en la línea de un equipo que, salvo honrosas excepciones, no da la talla de calidad ni de espíritu, que por cierto, parece que los que mandan se han dado cuenta de que la solución para los bodrios que tragamos este año pasa por el Requexón, no pasa por ninguna cabeza oviedista que en el Sporting de Gijón B jueguen mas canteranos del Real Oviedo que en el propio rival... Y no quiero seguir que me caliento.
En fín, temporada a la basura. Debemos de calmarnos todos y esperar que soplen mejores vientos el año que viene... Y se haga un equipo para dar un puñetazo en la mesa y que tenga unos cuantos salidos del requexón en el primer equipo capaces de poner orgullo, valor y garra donde la calidad no llegue.
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