Cervero remato con la fuerza de 30000 gargantas para revivir al equipo. Lo que hoy se pudo vivir en el Carlos Tartiere puede que sea el espectáculo, a nivel de ambiente, mas sonoro desde que va 20 años, piso nuestros feudos. Una ola surgida de la fuerza de las 30000 almas presentes en el municipal Carbayon y que desemboco en el cabezazo certero del ariete canterano.
El partido no fue gran cosa, un Cadiz muy bien plantado y con la intención de llevarse una eliminatoria viva al Ramón de Carranza, ahogo la creación azul. Egea dispuso su once de gala con Esteban bajo palos, con Nacho Lopez y Dani Bautista en los lados con Jonathan Vila y David Fernandez como pareja de centrales con Jon Erice y Omgba por delante, por los lados entraron Susaeta y Borja Valle con Hector Font a la media punta y Linares arriba.
El Real Oviedo quiso la pelota y la dispuso a su antojo, pero no supo llevarla con peligro a la meta de Oinatz Aulestia, dos buenas ocasiones, casi tres, la primera en el 9 cuando Franck Omgba a la contra tras el tercer córner cadista se iba a internar en el área pero se precipito y tiro muy desviado. El camerunés se mostró muy acelerado y quizá nervioso.
El mismo medio centro tras un córner que se quedaba en el área chica en los pies de Jonathan Vila, el de porriño le dio el balón de cara, pero Omgba no supo golpear el balón despejando la defensa amarilla.
Los Cadistas apenas crearon peligro, pero en uno de los corners que botaron, jugada tonta, horrible saque que le dan el balón a Susaeta, el Oviedo sale a correr con Omgba que pierde el balón y el balón le llega a Fran Machado y se planto ante Esteban, estorbado por la zaga azul, Esteban despejo bien el tiro visitante.
Los Cadistas apenas crearon peligro, pero en uno de los corners que botaron, jugada tonta, horrible saque que le dan el balón a Susaeta, el Oviedo sale a correr con Omgba que pierde el balón y el balón le llega a Fran Machado y se planto ante Esteban, estorbado por la zaga azul, Esteban despejo bien el tiro visitante.
La mejor ocasión la dispuso Borja Valle para el Real Oviedo en el 42 cuando tras una buena jugada por la derecha remato en la frontal del área y ajusto muy bien al palo izquierdo de Aulestia que despejó a córner con una buena estirada, le falto un pelin de fuerza en el tiro.
Y cuando el partido se encaminaba al vestuario, jarro de agua helada en la jugada llevada por la derecha por Juan Villar que ponia un balón de oro entre Esteban y los centrales a Jona para adelantar a los Cadistas de forma injusta, demasiado premio para los amarillos.
El shock le iba a durar al Real Oviedo mas de media hora, en la segunda el azul insistió en la posesión de balón pero no tuvo peligro en las áreas, Font muy marcado, recibía el balón de espaldas a puerta o en la banda, que es cuando pierde efectividad, Borja Valle siempre aportando calidad y desborde, Susaeta no estuvo fino hoy y Linares era un islote perdido en otras batallas.
El míster azul quiso mover la situación y metió a Sergio García por Hector Font, pasando a Susaeta a la media punta, el Zamorano tuvo pocas opciones de demostrar su velocidad ante una defensa bien armada. Luego saldría Cervero a la palestra por Omgba, dejando la manija del medio campo a Erice en exclusividad con Cervero como segunda punta de lanza, y con el 1-1 Generelo sustituyo a Borja Valle con la intención de tener tranquilidad en la locura final y pasar al plan inicial.
Sergio García en el 74 enseño las uñas con un tiro que termino en el larguero sorprendiéndonos a todos, y cuando estábamos a punto de claudicar, Borja Valle centra desde la derecha y Diego Cervero Otero con la fuerza inoculada por los 30000 aficionados que llenaron el feudo de la ería ya desde las 3 de la tarde, con la fuerza de esa muchedumbre que les recibimos en la rampa del parking del estadio, se adelanta a la zaga visitante y conecta un formidable cabezazo para volver loco a la afición Ovetense y Asturiana.
En los 10 minutos finales intento el Real Oviedo conseguir el segundo gol, pero pensando en los 90 minutos del Carranza, teniendo cabeza sobre los hombros, solo una ocasión de Linares a balón parado que remataba de cabeza a la red por arriba. El Cadiz quiso parar el vendaval con continuas perdidas de tiempo, y fruto de la tensión que había en el campo, se provocó de forma estúpida una tángana que acabo con la expulsión de Garrido.
Se enfango el partido también con una trifulca en los banquillos que no consiguió nada mas y nada menos que no sucediese nada en el campo, ello fue lo contrario de lo que ocurrió con las aficiones salvo algunas cosas, que convivieron a la perfección, quizá conocedoras de que ambas se tienen que reencontrar en la Liga Adelante la proxima temporada.
La semana que viene el partido sera en Cadiz el domingo a las 6 de la tarde, 1000 Oviedistas viajaran a Cadiz y otros muchos lo verán en pantallas gigantes en la capital asturiana.
Os emplazamos para dentro de 7 días, vamos a volver, ya estamos volviendo. HALA OVIEDO!
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